Nido

Nido
Tu nido se esconde en mi árbol, entre ramas me susurra el viento, que aleteas, resuelta a volar.
Pero es el eco de débiles trinos
te llama, te ruega esperar.

Tus polluelos, con picos abiertos.
Claman al cielo su tierna oración.
Pues temen que el alba te lleve muy lejos.
Temen que un soplo apague tu canción.

¡Me miras! Y estremeces mi alma, ojos de sombra, de dulce fulgor.
No temas, no tocaré tu hogar, soy solo testigo de tu corazón.

Decidida, emprendes el vuelo, más el alpiste en tu pico no está.
El hambre apremia, la vida castiga.
Y el aire en tus alas susurra su afán.

Tus plumas resguardan los soles ardientes,
Las lluvias te azotan sin tregua ni culpa.
Los vientos que quiebran, tu cielo, mientras llegas cantando tu lúgubre llanto.

Eres madre que entregas.
Sacrificio sin descanso alguno.
Tu amor no teme a la tempestad.
Tu esperanza vence a la noche, la promesa de siempre regresar.

Solo queda la melancolía y un hostil plumaje, que acompaña tu osadía, abrazando tu nido de avecillas, mientras esperas la noche fría.
No hay casa, no hay roca, no hay cueva.
Solo un nido caliente, lleno de hojas secas.

Los invito a que escuchen a Paulina Tamayo
Cantautora Quiteña símbolo de nuestra música ecuatoriana.
https://youtu.be/5_8_am4ageg?si=qv2h0HXPzaDYCl5j