A mi madre

¡Que sutil es el aliento y que silencio,
Cuando no estas, cuando ya te has ido!
Siempre esperamos que fueras la súper mujer,
Esperamos de ti todo.
Te reclamamos aquello que no nos diste.
Aquello, que creímos tener derecho, solo por ser tus hijos.
Te juzgamos.
Exigimos de ti comprensión, ternura, respeto,
cosas que nosotros con nuestra arrogancia no te dábamos.
¡Pero si solo eras, una mujer primeriza, en el arte de ser madre!
Diste todo, sin saber como se hacia.
Lo hiciste como pudiste.
Pero estabas, firme en tu puesto.
Hoy, después de años de ausencia,
se, que fuiste una mujer que supo ser .
¡Nada menos que una mamá!
Cora Söhn

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