Cicatrices

Cicatrices, huellas de batallas pasadas,
testigos silenciosos de nuestras heridas,
marcas en la piel, historias grabadas,
que nos recuerdan que la vida es vivida.

Cada cicatriz lleva una historia única,
un recuerdo de momentos de dolor,
pero también de valentía y fortaleza,
que nos convierten en seres de valor.

Son como puentes entre el pasado y el presente,
nos enseñan que hemos sido capaces de sanar,
que aunque en algún momento nos sentimos ausentes,
hemos encontrado la fuerza para continuar.

Las cicatrices nos recuerdan que somos fuertes,
que hemos sobrevivido a tempestades,
y aunque el camino esté lleno de incertidumbres,
nuestras cicatrices son pruebas de nuestras verdades.

No debemos avergonzarnos de ellas,
sino mostrarlas con orgullo y valentía,
pues son símbolos de nuestra propia historia,
y nos recuerdan que siempre habrá victoria.

Así que abraza tus cicatrices con amor,
porque son parte de tu esencia y tu historia,
y demuestran que has vencido al dolor,
y que eres un ser lleno de gloria.