"Rompiéndome, Sanándome"

Me rompí sin eco, sin ruido, sin aliento,
mientras mi sonrisa fingía una calma que no sentía.
Me rompí en silencio, en la soledad de mi alma,
donde nadie podía escuchar mi grito desgarrado.

Pero no fue la primera vez que me rompí.
Me rompí mientras él hacía un hogar con quien era el amor de su vida.
Y ahí en medio de aquel patio rompí en llanto,
clamando piedad a Dios.
En ese momento no lograba entender
por qué después de amarlo tanto él decidió provocarme tanto llanto.

Estuve meses viendo pasar la vida,
caminando por caminar, viviendo sin sonreír
y él seguía llanamente feliz.
Un buen día me cansé y tomé los pedazos de mi corazón
y decidí ser feliz,
pagar su traición con ausencia
y sus mentiras con una vida plena.

Y aquí estoy este día,
no niego que aún en ocasiones lo llego a recordar,
sin embargo eso no quiere decir
que a su lado quiero retornar.

Me rompí, pero me levanté.
Me rompí, pero me sané.
Me rompí, pero me hice más fuerte.