Donde terminé
El amor es maravillosamente cruel...
Creí mentiras,
desmentí verdades,
luché por tu amor tantos días
y para llegar a él recorrí tantas calles.
Sin embargo nunca lo tuve,
nunca me quedé en tu corazón,
siempre me mantuviste en una nube
sin siquiera darme una razón.
Me hice ilusiones en la cabeza,
tantos besos planeé darte,
nada en lo que me decías había franqueza
porque siempre de mentiras lograste llenarme.
Tanto padecí, tanto sufrí,
creí que en algún momento
te enamorarías de mi
pero nunca fue así.
Luché e intenté todo y cualquier medio,
nada logré, te resistías a ser mi anhelo
y sólo me tocabas con hielo.
Un ser llenó tus pupilas
y olvidaste lo que las mías en ti veían,
te alejaste de mi mundo
y me aventaste a un abismo profundo,
del cual no he salido
y el cual no me ha permitido ser el mismo.
Aquí todo se ve tan oscuro,
no se ve ni un resplandor de luz,
pareciera que cada día cae sobre mi un muro
y la única que podría evitármelo eres tú.
El amor mata tanto,
de haber sabido dónde terminaría
jamás te hubiese amado tanto
y mucho menos me humillaría
por un amor que ya ha quedado encajonado.
No sé cómo levantarme de este tropiezo,
no hay nada de donde sujetarme,
sólo en ti pienso,
sólo a ti puedo volver a aferrarme
para poder lograr levantarme.
Tantos años de soledad,
tantos pensamientos de crueldad,
tanta lágrima derramándose hasta el final
y yo sigo aquí, sin poderme de ti aliviar.
Ya sé, que no hay forma de aliviarme,
el tiempo construye o destruye todo,
dependo de horas, días, meses y años para levantarme,
será cuestión de esperar para lograr salir de este hoyo.