Pensar(te).

Jamás creí que encontraría de esta manera tan controvertida, a la dueña de mis sueños y alegrías, a la musa que más me inspira; aquella por la que mi corazón delira, por la que mis sentidos se paralizan, aquella que con tan solo una sonrisa cautiva mis ojos y los hipnotiza, creando una tormenta enfurecida. Es esa que me susurra al oído cada día; ella es perfecta. Está hecha a la medida, jamás permitas que se aleje de tu vida, ella ha creado en todo mí ser una locura y ternura que me ha hecho crecer, que me ha hecho ver: Que la distancia entre dos corazones sin importar los motivos ni razones que impidan que florezcan dos amores, que los obstáculos no se pueden evitar. Pero algún día nos encontraremos y nunca nadie nos ha de separar.

Jamás creí que la primavera haría lo suyo, no pensé que Cupido podría juntar a dos corazones cansados de soñar en cosas vanas, donde sístole y diástole pierden el camino y comienzan a galopar en unos compas desesperados. No pensé que el amor supiera de nudos marineros y es que la forma que en la que me amarro a ti no tiene otra explicación quizás es su pasatiempo favorito. Perdona por soñar contigo, por contar los besos que nos damos, perdona por llevarte a Grecia solo para ver las ruinas de un amor que se consumió en llamas. Y es que desde que apareciste me haces enseñarle los colmillos al amor, yo tan atea a cualquier sentimiento y tu tan creyente del para siempre y es que no existe conjugación más hermosa que explorar tu y yo bajo las cobijas la poesía.