Unamos nuestros mundos

Silencios que aturdía una cigarra
acompañan los sones de mi guitarra

El corazón te lo ofrezco
amándote sin medidas
y llenaremos el cuenco
con la sed de nuestras vidas.

Como las flores para un contrapunto
que unamos los dos nuestros mundos.

Repitamos a la guitarra cada verso
y arda la desidia entre los fuegos.