Oda a África.

Raza primigenia de los ancestros celeste.
Madre sufrida y ardiente,radiante e imponente, por las curvas de tu ser corre el río zambezi de mis deseos.
Cordon umbilical del misterio ,tus Orishas bailan en tu seno furioso baile ritual del tiempo.
Esclavizada pero siempre altiva.
Tus hijos reclaman tu encuentro,entre tambores mágicos y el ritmo de tus caderas fuego.
Yo te contempló desde el inicio,manos áridas como la piel de tu espalda desnuda al encuentro.
Diosa de la selva profunda tu canto se oye entre latidos de un corazón que ama.

Salvaje y dócil antes las manos brujas de los elegidos aquellos que contemplan tu desnudez sin sentir vergüenza de si mismos, aquellos que pegados a tu ubre divina contemplan el ocaso de los dioses.