DEL RÍO AL MAR

DEL RÍO AL MAR
Sentada de espaldas al mar
te espero, como antes a mí
me esperaron.
Te veo llegar desde lejos
como a mí me vieron
tú también, saltas y cantas
siguiendo la senda del río.
Caminas sobre las piedras
ésas que han hecho a todos
la misma pregunta...
¿A dónde vas?
¿De dónde vuelves?
El río no se para de noche ni de día
no se para nunca, no tiene reloj
el tiempo le ha abandonado.
El sigue su camino sin quejarse
de si es ancho o estrecho
si su caudal toca el fondo
o arrastra el barro de una lluvia inesperada.
Te miras en el espejo claro o turbio
de sus aguas, bebes y limpias tu rostro
siguiendo su senda, sin pedirle permiso.
Las hojas muertas navegan sin rumbo
Te miran sus ojos entornados
¿A dónde vas?
¿De dónde vuelves, hombre, mujer,
niña, muchacho?
Y tú no sabes
mientras te tiras sobre la orilla
de musgo verde y comes la siembra
que te dejaron otros
y amas a la mujer que nació de otros
y pisas los restos de la casa que hicieron
y derrumbaron otros.
El mar abre los brazos de las olas
la arena escribe tu nombre mientras te espera
y antes de partir, el río vuelve a preguntarte
¿A dónde vas?
¿Sabes ya, de dónde vuelves?
mabel escribano
d.r.
imagen: google