Me canse de remar en este lago sin salida

Cuando pensamos en la soledad, la asociamos con la falta de contacto humano, esto no es verdadero porque los seres humanos nos podemos sentir solos incluso estando rodeados de una gran cantidad de personas. Esto se debe a que la soledad es un estado mental, al igual que la depresión, la ansiedad o el miedo. A esto le llamamos soledad emocional.
La soledad emocional está vinculada a los sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad, un ejemplo de este estado es cuando nos encontramos ya sea en un espacio cerrado o abierto y notamos que las personas que tenemos a nuestro alrededor no nos comprenden y no comparten nuestros pensamientos, podemos sentirnos solos, desamparados e indefensos.
La soledad, no es algo simple como se ve, es una experiencia inherente a la necesidad de pertenecer, se puede llegar a considerar esta como una epidemia de la sociedad moderna, un problema de salud pública por sus consecuencias físicas, mentales y sociales. Así mismo, la adolescencia es una etapa vulnerable para experimentar sentimientos de soledad que son un factor significativo para la salud y la calidad de vida.
Hoy en día la mayoría de jóvenes; vemos la vida de otra forma como un laberinto sin salida, algo en discusión con el pasado, sin saber que hacer con el presente y el futuro, no sabemos que buscar ni donde buscarlo, lo único que tenemos claro es que no busco. Todas las personas ya sean niños, jóvenes o adultos tienen problemas, realmente no importa la edad para este tipo de situaciones, hemos experimentado en algún momento el sentimiento de soledad. El ser humano es social por naturaleza, lo cual significa que necesita el contacto y la relación con otras personas.
Por muy autónomos e independientes que seamos, las relaciones interpersonales nos aportan seguridad y bienestar, dos aspectos que son esenciales para mantener un equilibrio. Cuando por alguna una razón u otra comenzamos a aislarnos, podríamos estar como Alex, sentados en un escritorio escribiendo nuestros más profundos sentimientos, sin ninguna censura, siendo nosotros.
“Vida de muerte” es un texto que nos coloca en escenarios reales, en los que fácilmente nos podemos identificar, personajes de carne y hueso, espacios que se pueden adaptar a la realidad de nosotros, los lectores. Es de esos textos que sientes que te describen, que narra tu vida adolescente, detalla tus problemas familiares, de amores imposibles, del abandono emocional y sobre todo de la soledad. Hay muchos sentimientos encontrados al leer este maravilloso texto, tales como la melancolía, tristeza, desamor, entre otros. El texto es capaz de remontarnos a ese lago eterno, en el que, aunque sigamos remando no vamos a salir.
De la tristeza no hay mucho que decir porque nos encontramos con una de las emociones básicas, aprendidas del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa, pero emoción necesaria y valiosa. La tristeza viene luego de la frustración, del dolor, del cansancio, como en el caso de la pérdida: una pareja, en el caso de la muerte de familiar o sentirse solo.
Dice el escritor “recuerdos muertos se apoderan de mi ser, causando el secuestro neuronal perfecto, que me convierte en esclavo de emociones insensibles”, Cada recuerdo tiene su sabor; unos saben a alegría, otros a tristeza y otros a orgullo o desprecio. Los recuerdos cumplen una función muy importante la cual es lo que genera en las personas, ya sean positivas o negativas. Por ejemplo: a veces, un olor te puede evocar un hecho vivido en el pasado.
Lo cierto es que mientras nos sentimos solos, un tanto aislados del mundo y, en definitiva, en soledad, se nos pasan miles de ideas, pensamientos y sentimientos por la cabeza que no sabemos cómo expresar. Algún día todo cambiará y será mejor para todos nosotros…