¿A dónde vas niña?

¿A dónde vas niña…
con ese cántaro al hombro?
si vas a la fuente, espérame...
y a la vuelta, te recojo.

No tardaré apenas nada,
sólo el tiempo que me ocupe…
en arreglarme un poco,
y acercarme a regar el jardín
al que ayer, no fui tampoco.

No te entretengas, volveré…
y si acaso llegas pronto
espérame, sentada en aquella piedra
bajo la sombra de aquel chopo.

Te acompañaré hasta tu casa,
que todos vean que eres mi tesoro
y qué se den cuenta tus padres…
que te amo, por encima de todo.

Y a esas lenguas, que ya no saben...
qué decir de nosotros,
le daremos un motivo
cuando te bese como un loco.

Ésta noche pediré tu mano
y si Dios quiere…
cuando prepare la tierra
en el próximo otoño,
te haré mi esposa, mi compañera,
y la madre de mis retoños.

Taparé esos rumores
que me tachan de ser un ogro,
y viviremos en nuestra casa
cuidando el jardín...
al que ayer, no fui tampoco.

Espérame… no te vayas niña,
que vuelvo en un soplo
sólo el tiempo que me lleve...
en arreglarme, un poco.

Téura