He vuelto a mi pueblo.

He andado el camino
que conduce a mi pueblo
¡A mi pueblo, madre…
a mi pueblo!.

Se escuchaban las campanas
doblaban a muerto,
¡Qué pena tan grande!
¿De quién será ese sufrimiento?.

Allí, estaban mis olivos…
esperando mi regreso,
y canturreando alegre
el cristalino riachuelo,
¡Qué emoción madre…
volver, a mi pueblo!.

Vacía está la plaza,
todos, en el entierro
sólo mi perro…
salió a mi encuentro,
la fuente, callada,
un invierno seco
y otra vez las campanas…
doblando a muerto,
¡Qué triste madre...
llora, mi pueblo!.

Llamé, a la puerta
cuanto silencio
¿Dónde estás madre?
tu hijo, ha vuelto…
gritaba tu nombre
corrí al sepelio
y las campanas seguían…
doblando a muerto.
¡Qué triste madre…
doblaban a muerto!.

De luto, el paisaje...
de lutos los cuerpos,
que callen las campanas
que cante el jilguero,
que sequen las lágrimas…
los ojos sedientos.
¡No te vayas madre...
que vuelvo a mi pueblo!
¡A mi pueblo, madre…
a mi pueblo!.

Que apaguen las velas
y detengan el féretro
que se me rompe el alma.
¡Madre… he vuelto!.

Y sordas, las campanas...
doblan a muerto,
ahora, ya sé madre...
de quién es, ese sufrimiento
con el corazón roto
he vuelto a mi pueblo.
¡A mi pueblo madre...
a mi pueblo!.

Después de los años...
años, de infierno,
no encuentro tus brazos
tus besos, tu pecho...
ahora, otro camino madre,
¡Si madre… hasta llegar al cielo!.

De qué, me ha servido…
volver a mi pueblo,
¡A mi pueblo, madre…
a mi pueblo!.
Las campanas...
se burlan de mi,
doblando a muerto.
¡A muerto madre… a muerto!.

Qué pena, tan grande…
cuanto sufrimiento!
para decirte adiós
he vuelto a mi pueblo,
¡Si madre… para decirte adiós!
y las campanas sin piedad,
doblan a muerto.
¡Si madre, a muerto!

Téura