AÚN ESTOY AQUI

La noche se adentra y junto con ella viene tu presencia. Esto parece absurdo, yo intentando escapar y me encuentro caminado detrás tuyo, mientras que tú has recorrido kilómetros de distancia.

Hay tantos momentos que te he soltado, pero tu mano se ha atascado tan fuerte que con mil noches aun no logro desatar, y los mil sueños son de lucha porque te quedes, pero tú te vas.

A veces siento que puedo traspasar el tiempo en mi memoria y verte en el espejismo de las aguas del mar, en un escenario lleno de luces maravillosas y un fondo musical suave como la brisa de una noche de paz, en el centro un baile suave, mi brazo rodea tu cintura y tu mejilla reposa en mi hombro, definitivamente nunca quisiera despertar.

Esta realidad se vuelve en momentos incompresible, y al final he caído una vez más en la pócima de tu recuerdo, y aquí estoy; casi sin poder ver en la oscuridad, pero echando tinta desde la vena que me perdura abierta sin saber cuándo cesará.

Con el frió que carcome los huesos, y mis pies cálidos entre la arena, aquí estoy aún esperando una palabra que desate este aguijón que me tiene carcomiendo mi alma con tu ausencia.

Espero ansioso que el silencio no sea el que haya hablado, y que la lógica no tenga que ver en este juego, si no que las palabras sean quienes muestren la realidad de las cosas, y que las mismas te rumben hacia lo que el destino tiene deparado.

Aquí estoy aun, al parecer borrado del momento inmediato, pero muy presente en el fondo donde nada se puede borrar.