Entre Mis Piernas

Eras el dios,
Que idolatraba mi piel,
Rompiste,
El pacto de mis poros,
Y el aire de tu soledad,
Inundo, la soledad de mis ojos,
Comenzando, con la caída de mis lagrimas,
Mezclaba, con oscuras sexualidades.
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Encontrando placer,
Al confrontar el dolor,
Que otros ejercían, sin ser tú,
Pues ya no habitabas mi cama,
Esa extraña carretera,
Donde tus dedos encontraban el reposo,
Y que te habías ido, cuando borré,
Cada conjunto de cifras de mi cerebro,
Cada composición numérica,
Que en conjunto,
Con las melodías mas tristes,
Me hacían, marcar tu teléfono.
-
Ahora,
No encuentro ninguna paz,
Ninguna satisfacción,
Que no sea observar,
Como mi cuerpo disfruta,
De los golpes y debacles.
-
Huyendo,
A lo mas profundo de mi belleza,
Detrás de mi inocencia,
Inducida por la tristeza,
De no albergarte,
Nunca mas entre mis piernas.

(Aun viajo mas profundo,
Como si mi cuerpo,
Fuera un vehículo,
Arrojado al barranco,
Donde mi corazón,
Aun palpitase,
Entre mis piernas.)