El adiós a la orilla del mar

poema de tusilencio

He decidido marcharme en la puesta de sol,
Las velas rosan la fuerza del viento.
Me motivan a que marchemos rápido,
Aprovechando la sangre de una tarde
Que muere lento.
El horizonte está en espera,
El puerto muerto esta.
No cargue más provisiones,
Que las ganas de no regresar nunca más.
Jamás olvidare la brújula de tu mirada,
Y nunca encontraras otro aventurero que te amé más.
Los cangrejos retienen mi paso a la barca,
Las lágrimas insisten también,
Esperan un tiempo que no llega,
Quieren el agua que quita mi sed.
Solo se oye un hasta nunca,
Antes de abrazarme con el mar.
Antes que el horizonte se colme de negro
Y no me deje ver más allá.