Sumergida en ti

Te disuelve la lluvia de mis ojos tristes, esperanzados y cansados. Desvísteme todos los días de tu vida, arrópame antes de tu partida.

Tu amor escurridizo me tiene a cuentagotas hasta que se vuelve pluvial y todo hierve, pierde forma, todo se derrite, se desborda, se derrama por la cama, se evaporan los perfumes de tu esencia.

Por la corriente me vas ahogando y vivo muriendo como nunca. Tómame pronto, bébeme despacio que quiero estar dentro de ti, recorrer tu cuerpo por tus venas y al fin entrar a tu corazón y conocer las mariposas en tu panza.

Dónde queda tu boca húmeda, tu mar de pensamientos y tus lagunas en las que me sumerjo profundamente y me refugio en un pozo de deseos.

Pido las olas que te adentran en mi con un vaivén, pido el aire y los suspiros que me quitas, pido que seas el sol que ilumine mi alma, pido tierra firme, cálida y sobre todo los pies en ella.