Deseo

Se le perdía la cabeza a todo el mundo cuando ella pasaba; supongo ya que yo me convertía en todo el mundo cuando la veía venir porque toda mi atención la rodeaba, mi razón pedía noción del espacio, mientras tanto que mi cuerpo quedaba paralizado por unos segundos, mi boca apenas podía moverla para guiarla, solo la miraba detrás de un lente como se desea algo en secreto, ella solo mostraba su vientre destapado, sabiendo que un idiota la mira la vuelve a mirar, es que no puede dejar de mirarla aquel idiota lo peor es que ese idiota soy yo, que lleva una máscara puesta para que no se note mucho o que encubra ese deseo de agarrarle la cintura hasta que mis dedos alcancen el centro de aquel delgado cuerpo osea su ombligo. Cuando está cerca mío no la puedo ver tan si quiera a los ojos porque temo encontrarme en su mirada que sea tan evidente mi deseo y de nuevo golpee mi ego. Ella se convirtió en mi última oportunidad de creer en el amor después de mis tres décadas de dar vueltas, me dio ilusión, las ganas que se quedara a preparar lo que me queda de fiestas sorpresas, quería que fuera ella a quien podía escalarle el pecho, subir la escalera de su cuello hasta llegar a la cima terminando con un beso y esto lo que me restará de días en compañía pero ella no es más que mi deseo que pasa de largo, siempre la tuve muy cerca, la malvada me miraba pero nunca hizo por dónde encontrarme o seguro fui yo quien llegó unos meses después convirtiéndola en la presa que no quiero atrapar. Dijo.