La tierra desgajada

Noche de raza fiera que colinda con la muerte
no te quejes de los puñales que a tu vientre rasgan,
vence los cuervos que chispean la sangre de la luna,
por el centelleo metálico del lucero agonizante.
De ímpetus soles el horizonte se baña,
héroes de mustios arreboles los campos
imprendan, levantan su lanza mirando los cielos
que vierte de lágrimas la tierra desgajada.
Y preñada de hastío la mujer mancillada,
que descalza su incertidumbre desde el Machu Picchu
hasta la ribera maya, arando la patria
con sorbos de historia brava.