Los amantes cuando avergüenzan.

No hay mayor desmayo ,
que cuando el varón ,
anhelante de ser amado,
se tiene por escondido ,
cuando la picarona, con mirada juguetona,
delante de los amigos
prestigiosos del tioabuelo,
presume los cuernos
del amante lastimados,
dolido por el tiempo perdido
y que no volverá
amarrado en las faldas de
tan desdichada mujer,
que juega alegre mientras
camina entre pasos vaporosos,
al último modelo de carro,
con dos cintas doradas.