Sólo son una máscara

Pareciera que tienes el don de la amnesia
Y yo el de ahuyentar a la benevolencia
Porque te alejas sin mirar atrás
Yo varias veces estuve a punto
de convertirme en una estatua de sal

Miro las manecillas
Son testigos de mi pena
Firmé un contrato con la muerte para que suelte una risa alegre en mi funeral

Dicen que las palabras son arrastradas por el viento
Pero las que tiene grabadas mi corazón se estacan cada vez que creo enamorarme

Te sueño despierto
Y a veces duermo

Compito por el placer de quedar segundo

Segundos pasan indiferentes a mi espíritu

Espíritu no santo

Santo es aquél que no tiene miedo de perder su sangre por sus seres amados

Amo la obscuridad y tú eres mi eclipse

Consigues que mi corazón palpite

No me siento nervioso cuando te pienso y cuando pueda admirar tu belleza seré el océano pacífico

El extraño sonido de las olas chocando con tus labios arrullan mi somnolencia

Quisiera ser ciego para observar únicamente tu alma y no pasar tanto tiempo venerando tu rostro

Por centésimas creí que llegaba a la unidad del cuerpo y el alma...