LA GITANA. ••Canción••

poema de De Vilches

A caballo negro de trote envenenado
la gitana apaga la almenara del celibato,
vestida de libertad y de lengua muerta,
acariciando las cicatrices del tiempo.

Y venían sembrando con monedas de sangre
las cunetas con retintìn de huesos.

Se encontró de pronto con la luna de ese día,
roja y amarilla, desbocado cante pesado,
dientes que rechinaban, la suerte del otro lado.

Mientras ministros del temporal
se esconden tras promesas y barro,
movemos flechas del calendario.

Y venían gritando a la reina del vecindario:
¡que no se arregle!, ¡que no entre al trapo!.

Y preguntan desde el exilio
los hombres de ciencias,
con sus carencias,
con su verbo oxidado.

Y responden desde su sitio
los hombres de guerra,
con sus creencias,
con su brazo armado,
con su brazo alzado.