Pero llegaste tú

poema de Mar

Sin sueños, sin metas ni deseos…
etérea, inmensamente frívola…
absurdo, un viaje tan absurdo,
sin anclas, también sin dirección.

Errante de una vida sin sentido,
esclava del silencio y la frialdad.
Andaba negros caminos, perdida,
con gran dolor, angustia y ansiedad.

Vagabunda, indolente y aturdida…
sin alma, fui una esclava en libertad.

Andaba sin sentido,
perdida sin sentido...
mi vida sin sentido…
pero llegaste tú…

Tus ojos me miraron,
tus manos me tocaron…
sobraban las palabras,
volví a la realidad…

Un mundo de esperanzas,
nació con tu llegada;
mi vida sin sentido,
no estaría más.

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