Tú en el desierto.
Se detenía constantemente a lo largo de su camino porque los recuerdos que evocaba su mente de ella le impedían continuar y le robaban la tranquilidad, pero poco a poco le inundaban la expresión con satisfacción, recuerdos agrdables más al corazón que a la mente, melancólicas sonrisas y brillantes líquidos escurriendose dramáticfamente por su rostro ajado.
Sonstenía con cierta ternura, anhelo y unos estridentes llantos de resignación aquellla ofrenda de amor. Como previó al recibirla, dolía tenerla en sus manos sin tenerla a ella ciertamemte.
Un reluciente libro golpeo escándaloso el suelo y la arena se levantó impaciente agitando sus páginas. Se llenó el lugar de enojo e impotencia. Furia.
Despojándose de sus vestiduras, se dejó tumbar en el frío y desolado suelo del desierto mientras admiraba la soledad de sí misma y la soledad de la noche y el mundo acompañándola.
Su corazón se despojó de la cólera que la atrapaba y se desvaneció enblandecido en tristeza y depresión hasta desfallecer en las reconfortables extremidades de Morfeo, el cual aplacó un tanto su dolor.
Comentarios & Opiniones
Un gusto de lectura su excelente escrito. Saludos
Osler Detourniel Muchísimas gracias por su valoración. Saludos.
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