Medusa.

Las manos muertas sujetan mi brazo con fuerza,
El olor a muerte llena el paisaje de tristeza,
Su fragancia,
Su cadáver resucita.

Si me necesitas estaré atando una soga a un árbol,
Donde nuestro amor solía reencontrarse,
Tomé nuestras fotografías y las enterré en el fondo del mar,
Ya es tiempo de que mi cuerpo empiece a flotar.

Tu belleza ya no existe,
Y tal vez nunca existió,
Sólo fue una vez,
Y la envidia te cegó.

Debí saber que no era bueno mirar dentro de sus ojos,
Eran recuerdos que se fundieron dentro de lo rojo,
Cegada por una traición,
Su mirada fue mi perdición.

Desde que me dejaste nada ha sido lo mismo.

Hora tras hora, día tras día,
Tus recuerdos se desvanecerán,
Me ayudarán a olvidar,
Cada amanecer, cada atardecer.

Decapítala y lleva su cabeza a Atenas,
Ella no es como sus hermanas,
Ella no es inmortal.

Medusa, Medusa...