Caminante

Este mundo es tan pequeño,
como un guiñapo...
lo estrujaría todo,
pero me contengo.

¿Quién como un Ícaro
no subió hasta su sol
y para siempre cayó...?

Allá quedaron las alas
en el cementerio de los sueños.

Tan cercano y tan lejano,
lacerando la obscuridad
tras la tumba de los secretos.

Mientras me descubren los arcanos
los presagios ciegos,
voy, caminante del estío,
entre sus silencios y mis versos.