Soy lo que quieres

poema de Johann Rose

Quién diría que tal destino nos deparaba,
Que desde antaño los ángeles nuestros nombres coreaban,
Que mi amarga soledad fuera destruida sin más,
Que mis trágicos lamentos pudiera alguien callar.

Te veo, y tus palabras se transforman,
Se transforman en esa plácida droga,
Droga tan agridulce que es más y más indeleble,
Que poco a poco espero mi corazón por fin pueble.

No son solo palabras, no son solo versos,
No es solamente el verte y decirte te quiero,
Pues en mí vives, en mí mueres,
Solo en mí conoces lo que tanto quieres.