CARTA IV

poema de Timo

Honorable y excelentísimo señor
De mi más grata bondad para su bella hija

Os escribo estas plétoras líneas hechas con el amargo amanecer de mis días grises. Vuestra merced sabe que mi corazón ha latido más en estos últimos días, al saber por boca de otros que en días cercanos a travesaré el gigante océano para veros.

Carta a mi amada IV

¡Oh cuánto tiempo, el alba se retrasa!
Mi dulce doncella, los días se van acortando como si fueran arboles de otoño, como si la furiosa niebla los apagara.
¡Dulce amada! El sueño ha abusado de mí y la noche se ha empecinado con tu escueto recuerdo.
Dios lo sabe, ¡Cuán feliz estoy ¡ El alba ha florecido hoy , y los pájaros que ayer revoleteaban se han marchado.
El tiempo sabe que sus horas se han acortado; que el minutero ha dejado de girar, pues, el sabe que hoy os veré.

Mi barco ha de zarpar pronto. Rogaré a Dios que su favor me acompañe.

Vos también tenme presente en tus plegarias mi dulce amada.

De tu amado