Dos vidas

Como explicar la existencia entre dos tierras? El valor que se toma al abandono de un cuerpo para pasar a hacer, lo que en tu vida nunca imaginaste esto podría suceder, de una noche, no se si con estrellas, tráfico, smog o perros ladrando de hambre, así llegar distraído, con plena confianza, con determinación de adolescente, el corazón palpitando normal, y con esa ansiedad de tirarte a la aventura,

La ceguedad de encontrarte con lo desconocido, al bordo de un camión de pasajeros, media noche dice el reloj de la terminal, a punto de la salida llega, y cuando la hora de partida se acerca, miradas de miedo, exaltación, miedo y emoción se siente. El tiempo no se detiene y llego el momento, recuerdo el escalón primero, mirada al conductor, detrás de mi una ciudad callada, más una ambulancia a lo lejos con un extrańo, no se sí moribundo, pero eso no fue lo que en mi mente sorprendía.

El arranque de una máquina que de caminos conocidos apuntó de tomar se dirigiera, ya sentados, olor a tierra de pueblo y de ciudad, sombreros puestos, como cuando la revolución, pero sin armas, esa estación, aún recuerdo bien era de noche, cuando de pronto por horas y como magia, al abrir los ojos de día era, más bien de emoción que de tristeza, bajamos a tomar un aire diferente, más todos con un mismo parecido, aquél chamaco con chicles en la mano, un frutero, gelatinas, pan y el diario.

Recuerdo bien la despedida, aquel hombre entero que derramará lágrimas, una seńora que el vientre le dolía, como desear que regresara el tiempo, yo que con firmeza les decía, regresare bien se los aseguro, aquel disfraz que me lleve conmigo, por que era ya de pronto otro, avenidas grandes, después de saber que hay frontera, pero no imposible de romperla, un río recuerdo, de noche era, y cuando me di cuenta, avenidas grandes, playa, arena, el olor ya fue distinto, la gente diferente.

Yo ya era otro al pisar el firmamento de un país al que agradezco, pero maldigo al mismo tiempo, pero que digo sí culpa mía a sido todo, volveré prometí hacerlo. Al regreso, se me fue mi padre, ese dolor no se me quita, malditas las fronteras todas, que nos dan dos vidas, una que se queda con el corazón latente, y la otra, si aquí estoy visa imaginaria.