Tic Tac

poema de Cuervo

Vicios, rutinas, rehabilitaciones fallidas y regreso a los vicios, vicios rotos, como filosas hojas de cuchillas que atraviesan tu corazón negro y roído.

Un puñado sangrante de cristales transparentes dibujan los mil y un fragmentos de tu alma.

Alma sucia y manchada por los vacíos de unas cuantas rosas marchitas y moribundas, que caminan por las calles sin pétalos.
Abrazos de colores destruyen tus espinas ayudados del sonido y el olor prófugo de la noche.

Las palabras al parecer le dan un poco de sentido a este rojo que fluye y circula por las carreteras sanguíneas del cuerpo que se coagulan, se secan y olvidan, con el paso de tic tac, con el paso de los sueños, tic tac, con el paso del asfalto que desgasta los zapatos ya sin suela que pisan la vida.
Tic tac.