El susurro que derramó el silencio

Tenemos dos caballos,
uno blanco y otro negro.
El negro es y corresponde a la lujuria, las cosas negativas y malas,
todo lo que corresponde a la maldad.
El caballo blanco es la paz, es la forma de amar,
es la manera de querer, las cosas lindas y sus sinónimos.
Aquí empieza:

¿Qué caballo dominas? o bueno, ¿Cuál te domina?
La vida es buena, si no aprendes una vez te coloca una piedra igual hasta que aprendas.
La batalla interior, la guerra sin fronteras.
El combate mano a mano y sin complicidad,
eres tú mismo contra la ira que llevas.
Difícil domar un caballo que no quiere ser domado,
donde calla pero siempre está esperando el momento indicado para matar,
para destruir y tomar venganza.

Entre tanto, el potro blanco, quieto y sabio,
siempre está esperando que le susurres al oído
para enseñarte el lado bueno de la vida,
dándote lo mejor, guiándote paso a paso.
Ahora me pregunto:
¿Caminas junto al caballo o sobre el?