El circo del crimen

poema de San Brendano

Homenaje a S.Lks

Mini- historia.

Otro aniversario de tu muerte. Abril 2015

Desde los ojos de una marioneta parlanchina.

Joann y sus hermosos ojos cristal.
La sonrisa impredecible, la sencilla nariz en punta, unas coloradas y sonrojadas mejillas que acompañan su aspecto infantil. La figura armoniosa con fatal esplendor, similar a los ángeles pintados en las antiguas iglesias sacras, me enamoraron.

Esta joven mujer repleta de vitalidad y dueña de un orgullo que no se aplaca contra el fuego, ni se humilla en medio de las adversidades, solitaria, pasea en estrechos caminos que la conducen a la entrada de un sueño abismal. Su primera visión al traspasar el espejo de las almas que sollozan, y el plano físico oculto en unas interminables paredes que van incrementando en ancho y alto hasta culminar más arriba: es el grito ahogado que ejecutan unos pobres niños enfermos. Presa de una turbulenta misericordia, su mano pulcra y virgen, toca despacio el límite entre lo oscuro y la luz.

Se mueve con gracia increíble. Sus agiles pies sienten la frescura que la tierra sacrosanta y macra, posee en un millón de reinos olvidados. El anillo de Saturno cubre a los otros universos existentes, esta vez , adoctrinados a su único Dios en perfecta sincronía. En un veloz y extraño apagón intermitente, los escenarios cambian y nuevos personajes hacen su espectáculo como una función Círquense, donde los saltimbanqui, acróbatas e instructores, conocen el origen de todas las letras que emplea el hombre.

El terror se vuelve extremo, las marionetas parlanchinas y los cantos alegóricos una gran farsa. ¿Adónde estoy?- ella se pregunta — Hasta hace unos minutos atravesaba el mundo imaginario que soñé cuando era niña y llena de curiosos reproches, intente saltearme lo irreal para convertirlo en una inmensa obra de teatro, la cual, sobreviviría a través de las largas épocas que se irían avecinando.

Alguién le llama con voz trémulosa en las alturas. Éste posee un hermoso atuendo color rojo sangre y sus manos atraen a otro centenar de espíritus muertos. Una amplia corona recubre su cabeza repleta de gruesos bucles y una sigilosa sonrisa femenina le acompaña con expresión pétrea. Esta singular mujer le impresiona al instante, sus ojos crueles y terroríficos le leen sus pensamientos.

No obstante, un triste brillo sobresale de esas aguaceras muertas y el fantasma condenado se transforma en un alma que ella anhela salvar:

—Soy la reina de tus pesadillas— murmura en sepulcral tono. — Aquí, nosotros, demonios y fantasmas que han muerto, sin aceptar el catecismo de nuestros padres ni el vino añejo de la bendita resurrección, somos los supremos gobernantes.— acabo por confesar la bella mujer y alzo ambos brazos hacia el firmamento en forma teatral, como si absorbiera el flujo de inmortalidad que antaño desprendían estas horribles víctimas.

A su entorno, salieron muchas más almas negras, que oyeron el dictamen de esta dama corrupta y seductora. Le ofrecieron banquetes exquisitos entre las manos. Además, sonreían lastimosamente. La niña de mi corazón, no tembló. Los sucios espíritus contra ella, iban a atacarla sin ningún acto de piedad. En sus uñas, crueles garras sobresalieron y afloraron en su asqueroso corazón derruido muchas espinas de varios tamaños.

En igual condición, sus exuberantes trajes de circo eran motivo de interés, ya que estos extraños personajes iban acorde a la vestimenta formal de esa gótica reunión entre espíritus.
Sus mandíbulas se hayaban cocidas y se notaban los alambres que les impusieron apenas tuvieron oportunidad. Las mejillas sangraban y a la misma vez se auto- regeneraban.

Era como si volvieran a revivir su espantosa muerte sin cesar. Algunos lloraban desde sus atrios personales, la conmoción que transmitían incesantemente rompería el corazón al más duro de los mortales. Tan triste y penoso era, que la astuta joven sintió lastima al verlas fuera de si mismas. Otras en cambio, alzaron su voz trémula y maldijeron su infortunada suerte y a las personas aún vivas que gozaban de buena salud. La tercera parte, conformada por 3000 marionetas con aspecto silencioso y triste, pero aun esperanzador para ser salvas, reían y lloraban infelices de cualquier acto caritativo o humano. En una escalera angosta, pintada y majestuosamente labrada a unos metros abajo, me encontraba yo, eterno habitante de estas ruinas incalculables en espacio y edad terrestre.

Me sentí doblegado al notar esa presencia radiante, como hermosa, charlar con nuestra reina sin pizca de temor u odio. -"Es increíble"- "me dije al escucharlas" ¿Acaso estaban en un lapso distinto al nuestro? ¿En una dimensión alterna, a cientos de años luz mentalmente? , sonreí con mis pobres dientes que chirriaban del dolor y también por los ajustados alambres que dificultaban cualquier movimiento sea mínimo o mayor, al igual que estas supuestas almas, me obligaron a penar para la eternidad hasta que se paguen mis faltas y errores. No me quejo mucho, tengo buenas amigas que suelen acompañarme en esta interminable instancia, pero esa, es otra historia.

Regreso a la charla en sí, nos resultó entretenida, nuestra captora y mi tierno amor se miraban desafiantes y tras una incalculable espera oí un veredicto final como ninguno se hubo escrito antes:

—Esta bien.— repitió la condesa sumida en un estupor extraño. "Nunca se la vio sorprendida mientras nosotras convivimos aquí". — Serás una de los nuestros a cambio de liberar ciertas almas.

— "¡Vaya sorpresa! ¡Nos liberaran! ¿Sera cierto? ¿Estaré soñando? ¡Oh, que hermosa y benigna es esta muchacha llena de encanto! ¡Sácanos, queremos oler la libertad!"

—Perfecto.— "dictamino tal esplendida flor". — No olvides el trato. Cada noche regresare a este universo y a cambio me someteré a tus caprichos indecorosos, no llorare ni me lamentare, que sea en pago por sus ofensas y la salvación de esos frágiles corazones, que no tuvieron suerte en la primera resurrección.— Ella no emitió mas frases después de aceptar tal contrato, solo inclino su cabeza gentilmente y espero su repuesta a continuación:

— Perfecto, jovencita. Te bautizo con agua y aceite bendito en honor a tu consagración, tu alma es mía y tus pensamientos me pertenecen hasta la muerte.

Un rayo lumínico nos tomó por descuidadas y algunas marionetas ascendieron hacia las torres de cristal que el paraíso reservo para abrazar a las hijas del purgatorio, cuando sus penas fueran un sufragio para un espíritu capaz de soportar las peores torturas que irían a imponerse tiempo más tarde, al que aceptase sufrir. Y como era una costumbre, creí que yo jamas ascendería junto a ellas. Sin embargo, un faro celestial cubrió mi rostro demacrado con tintes hermosos y quise ir hasta el cielo con increíble éxtasis. Antes de eso, voltee hacia donde se encontraba mi salvadora, la de todos nosotros, pero algo raro paso; mientras millares de caras coparon el silencioso firmamento orgullosas y felices, ellas, ambas, Joann y la vieja reina, yacían petrificadas de pie como una roca impenetrable.

Canción:https://www.youtube.com/watch?v=1QNIWAdvSVw

Comentarios & Opiniones

San Brendano

Gracias C. Un placer tenerte aquí. Se te agradece mucho. =D

Critica: 
Dositeo

Me encanta verso y prosa, muy buena combinación, me gusta tu forma de escribir. Saluos

Critica: 
San Brendano

Dositeo: Muchas gracias x pasarte. Buenas noches.

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