UN ALADINO EN SU LAMPARA

poema de Silvana

Me encantaría poder recitarte una obra entera
Si, de esas que sorprenden hasta llenarnos de adrenalina
Me encantaría también poder entregarte el paraíso completito
O por lo menos un Aladino en su lámpara
Mientras despertando miras el amanecer
Para que con el puedas jugar a los 3 y mil deseos.

Pero como algo por ahí me lo impide
Decidí entonces volver a mirar el mar con los mismos
Ojos que solía verlo: de alma intacta
Y así poder entregarte llena de una energía divina
Todo lo que con la imaginación hago que florezca cada noche del mar,
Las olas más turquesas, dos sirenas jugando a ser diosas, corales acariciando un pez y un par de cosas más.
Te muestro entonces también un camino diferente, regado
De dunas, de mares por doquier, de colibríes al acecho de la más bella flor,
Infinitos serán mis deseos cada vez que reconozca tu mirada…nuevamente
E infinito se volverá entonces el paraíso, uno nuevo.

Y de risas colmare tu rostro

Y etéreo hare al amanecer
Lluevan truenos,
granicen copos de nieve ilesos
Porque el mundo al verlo con ojos nuevos, se alegra
Porque tanto el ángel como el alma pura que vuela entre nosotros
Necesita de algo que ilumine aún más su camino
Déjame decirte entonces que tú fuiste eso que lo ilumino para mi
Hoy no necesitare más de corazones ajenos, de sonrisas difíciles de descifrar
Tampoco de alguna mirada encantadora que luego tumbe de mi ser
No será mi alegría interrumpida una vez más
Ya que tengo impregnada esa luz
¡Si! La de tu mirada.
Ciega me sentí yo al verte, pues destellaron los más vírgenes reflejos de sol
De un rostro que no puedo hasta el día de hoy creer terrenal
Increíbles chispas iban saltando por todos lados
Cegándome de la forma más placentera que unos simples ojos pueden ser cegados.
Enseñándome de la manera más bella a reír en silencio.
Labios, palabras, ojos, miradas, sonrisa y miradas nuevamente, todo eso tuyo junto,
¡Vaya extraordinario resplandor!