ARCANGEL DE BUEN CORAZON...

Arcángel de buen corazón, tenaz, sereno, tan áureo como un faraón de la sabana que entre lienzos y raíces, que persiste en su vuelo como águila aguerrida, cazadora; sensible al tacto glorioso de alguna hoja de invierno otoñal.
Tú, arcángel de noble corazón que con justicia acechas al impío y salvas al esclavo y que dulcemente cargas al humilde entre tus alas tan sublimes como cristalinas que honesta y justamente luchas con la fuerza de cien lobos mientras escuchas entre risas, lágrimas y cantos el graznido de algún ave que libremente deja caer sus plumas ya vetustas y salvajes; mientras en la terrible incomodidad de los talones del anciano gritas con fervor por un beso de auxilio, en la nostalgia y la ternura y el abrazo de tu rostro esbozas cómodo y risueño con seguridad afable y bendita; te muestras al mundo con la piel que yace encerrada en tu cumulo de odiseas destrozadas, soñando libertad.
Pero el beso del auxilio nunca llega y los lamentos de tus labios no se escuchan. Desistes entonces como ruiseñor enjaulado a los canticos de muerte y alegría.