“Me quedo, pero me voy”

Me quedo con el sabor de tus labios
Con los recuerdos, con las añoranzas
Me quedo en tus ojos cual luz de rayos
Con las cicatrices y valiosas enseñanzas

Me quedo ahí, en los sueños desvelados
En aquél eco de las risas de media noche
Me quedo con éstos nudillos estrellados
Con mi valor, aunque al amor derroche

Me quedo, pero ahora sin contar los días
En el tiempo, en las llamas, en la neblina
Me quedo en las noches, en las fantasías
En la nada, en el juramento que declina

Me voy no por falta de luz, o de estrellas
Aunque no se observen siguen brillando
Me voy, pero quedo en cada una de ellas
Y en el viento se podrá escuchar mi canto

Sin nubes negras, pero el día ya atardece
Me quedo aunque partí, porque no me fui
Porque quien no lo valora, no lo merece
Me quedo, pero me voy, por ti, por mí.