CARTA DE PERDÓN

El tiempo pasa lento
Y los pensamientos naufragan en recuerdos.
Qué bien se siente estar muerto
Cuando ya perdiste el primero, el segundo y tercer intento.

Vivo constantemente en una paradoja
Allí donde estás tú con tu sonrisa y tus mejillas rojas,
En ese instante cuando nuestras almas eran libres,
En ese momento cuando nuestro amor perdió la guerra.

No tolero una vida sin ti y que se joda el mundo si soy débil,
Si soy egoísta, si soy ambiguo, si soy excéntrico, si soy antipático.
Que Dios me juque por ser humano y no por mi condición
Porque nadie está en mi lugar, nadie puede suponer, nadie puede ser yo.

Y siento porque caigo a pedazos por el rechazo y la indiferencia,
Pero qué insolente soy porque sigo enamorado, porque sigo luchando contra el pasado.
Hay una enemistad entre la mente y el corazón; donde duele arde y lo que arde ya no me duele.
Estoy en el lugar donde habita mis sueños y allí estas, y me dices que todo va a estar bien.

La muerte es mi abominación porque la izquierda no piensa igual que la derecha
Y la dualidad me empuja a elegir entre vivir una vida sin ti o morir por ti.
Me resigno a no verte, a no sentirte, a no escucharte. Me resigno y no sabes cómo duele.
Y dibujo una casa bonita con ventanas grandes para mí y para mi eterna soledad.

Quiero pensar en mí y sé que tú también los haces y entonces me di cuenta que
Pensamos en nosotros y no en nosotros mismos.
Que falso egoísmo por superar tu cinismo
Pero el mundo da vueltas y sigo en las mismas, sigo pensando, sigo siendo el mismo.

Sigo creyendo en un vaivén coexistencial,
Sigo creyendo en que Dios nos escucha,
Sigo creyendo que si todo puede suceder
Cualquier cosa es posible pero me hundo en la nada.

Y te pido perdón,
Por escribirte,
Por pensarte,
Por soñarte,
Por besarte,
Por cantarte,
Por buscarte,
Por sentirte,
Por intentarlo de nuevo y aun así,
Solo te pido que me perdones
Por si algún día por casualidad llego a olvidarte.