La luz al final del túnel.
hay una mano alrededor de su corazón
que aprieta constantemente,
con las olas llevándose toda marca de sangre
para que cuando los pétalos caigan, no se mojen.
preguntan por la luz detrás de sus ojos
y el vacío les contesta con el eco de sus suspiros.
no prestaron atención cuando la niebla se hacía más densa
ni leyeron la señal de "cuidado, un poco más y expiro".
porque no la han visto mirar al cielo,
llaman poesía a cualquier escrito;
no saben cómo encuentra los versos en las nubes
ni cómo llora cuando sale el Sol,
sabiendo que vivirá una vez más sin que nadie la ayude.
sí, el sol, aquel que todo lo sabe,
el que nos veía cerrar la puerta de nuestros corazones
y echar la llave a los que no leían poesía,
a salvo de la mujer de esquina.
si el mundo supiese que tú, musa del hades,
a la cual cantan las llamas del vivo, salvaje fuego,
te has dado por vencida, ya nada importaría.
ahora que estás muerta,
todos los ángeles lloran.
todas las luces se han apagado y quiero cantarte
hasta que te duermas,
porque sabes que yo odio cantar
y yo sé que tú odias dormir.