Quizás me vaya

QUIZÁS ME VAYA

La noche es tu descanso
alejado de la muchedumbre
tú y tu silencio, tu sed
de orgasmo de madrugada.

Pero cuando la tuya llega
para mí fueron horas de gritos
de angustia, de llantos
y de infierno.

Así cuando a mi lado apareces
te doy todo de mí por mi egoísmo
para no seguir lamentando
para no seguir por ti sufriendo.

Y...

...quizás me vaya
quizás se vaya,
aquella consentida
aquella trágica
aquella llorona
aquella inexpresiva
aquella triste
aquella melancólica
aquella retorcida
aquella necesitada
aquella perversa
aquella morbosa
aquella artífice
aquella monstrua
aquella maníaca
aquella psicótica
aquella obsesiva
aquella atolondrada
aquella estúpida.

Quizás se vaya
quizás me vaya
y vuelva.

Quizás acabe desnuda
quizás me desvistan
y me dejen sola.

Quizás me coma una manzana podrida,
quizás sea una polla.

O un coño.

Quizás me acabe matando
de rabia y dolencias.

Quizás me olvide
quizás me olvides.

Quizás me abandones
en el oasis
en la marea
en una corriente o
atada a cualquier farola.

Quizás siga cantando
quizás me ahorque en el siguiente llanto.

Quizás me arranque de tu lado
quizás arranque tus cuerdas
y mis vocales.

Quizás no exista vocal suficiente.
Quizás me sobren consonantes.

Quizás sea presa de hiatos
y diptongo entre orgasmos.

Quizás me destroce,
quizás ya me hayas destrozado.

Y qué.

Y qué más da.

Qué más da el motivo del pesar.
Qué más da el por qué
de tanto necesitar placer.

Qué más da si me convierto en fina filigrana,
qué más da si ya lo soy...

...si quizás me voy,
para no volverte a ver.

Saida Cerdán