Velero.

poema de Rodrigo Vega

Tengo un pequeño velero,
De no más de una decena de pies,
Con un par de velas curtidas por la brisa,
Y un casco de diseño irlandés.

Tiene un mástil de fresno,
Que se ondula con el más leve vaivén,
Y una quilla que hace tiempo,
Se entregó a la infinidad de su quehacer.

En el caben todas mis pertenencias,
Una o dos novelas incompletas,
Y cientos de postales que nunca envié.

En el tengo mi casa,
De jardin infinito e inconmensurable.
El recipiente rustico y flotante,
De todo lo que soy y todo lo que pude ser.

En el tengo mi alma,
Una red para pescar vientos solares.
Las herramientas indispensables,
Para enfrentar cualquier tormenta incalculable.

Y sin embargo le falta lo más relevante,
La medida de esencia correcta para entregarse a los mares,
Un nombre de ninfa por la cual pensar en cada instante.

Pues le faltan los anhelos de su capitán abandonado,
Y el brillo en los ojos de quien busca algo distante.

Un impulso irrefutable,
Por el cual volar entre los corales.

Tengo un pequeño velero,
De no más de una decena de pies,
En el caben todas mis pertenencias,
Y cientos de postales que nunca envié.

En el tengo mi alma,
Una red para pescar vientos solares,
El recipiente rustico y flotante,
De todo lo que soy y todo lo que pude ser.

En el tengo mi casa,
De jardin infinito e incalculable,
Y todas las herramientas indispensables,
Para enfrentar cualquier tormenta inconmensurable.

Y sin embargo le falta lo más relevante,
Pues ya tiene todo para sobrevivir cualquier percance,
Pero aun le falta el nombre de alguien,
Por la cual valga la pena inundarse.

Yo tengo un pequeño velero,
Preparado para soportar toda envestida,
Pero ninguna dama, por la cual entregarse a la deriva.

Pues a mi pequeño velero,
Le falta tu nombre… para dar la vida.