Desconocida

Gracias
Por el andar ausente
La mirada despierta
Y los pies ligeros.
Gracias
Por el contoneo calmado
El mordisco en los labios
Y las notas de su perfume.
Gracias por ese segundo
Distante pero seguro
En el que me regaló su existencia.
Donde no la esperaba,
Donde ahora la esperaré siempre.
Cuando al caminar por el día,
Sin intenciones adquiridas,
Entró y salió de mi vida,
Llevándose todo el amor que en ella había.
Gracias
Por el vestido ajustado
La falda corta
Y las intenciones vagas.
Por el labial caro,
El tacón alto,
Y las facciones claras.
Por ese instante,
Seguro y distante,
En el qué me regalo su presencia.
Cuando al vagar por la vida,
Inmerso en la deriva,
Entró y salió de mi día,
Volviéndose lo más importante que en él había.
Gracias
Por el cabello castaño,
Los ojos a perlados,
Y el aura serena.
Por la sonrisa indistinta,
Gracias,
hermosa desconocida,
Por pasar por mi vida.