Cuando Dios nos abre sus brazos es tiempo .

Cuando Dios nos abre sus brazos para ir a él lo hace de una manera desinteresada en cuanto a la condición en la que llegamos a él.
No se impresiona por nuestras debilidades y tampoco por el pecado que cargamos y hemos acumulado a lo largo de nuestra vida ya que el mismo ha estado viendo cada uno de nuestros pasos desde el momento en que salimos del vientre de nuestra madre. cuando Dios nos abre sus brazos lo hace a través de su buena voluntad sabiendo que incluso hasta nuestras caídas y vergüenzas, él con su infinito poder las puede transformar en bendición y sabiduría.
Cuando Dios nos abre sus brazos es momento de despertar de ese sueño tan profundo en el que cada día nuestra alma alejada de su naturaleza espiritual se ve obligada a cargar con la tristeza de la muerte y pecado de este mundo.
Cuando Dios nos abre sus brazos es por que sabe que ya es tiempo de recibir toda la palabra que sea necesaria para conocer nuestra real naturaleza, la verdad de quien realmente somos y el camino que debemos seguir junto con él.
Entonces es cuando empezamos a ver la hermosura de la vida y empezamos a ser conscientes de lo tremendamente afortunados que somos al haber sido concebidos por el Dios creador de todo.
Solamente el inicio de esta aventura ya es interesante al sentir que todo lo que somos fue formado por las maravillosas y amorosas manos de Dios. cada rincón de nuestro cuerpo, cada pelo, cada capacidad y habilidad para desenvolvernos, todos nuestros sentidos y emociones, todo nuestro poder fue hecho por su tremendo amor , ya que no nos hicimos a nosotros mismos sino que hechura de Dios somos.
Cuando Dios nos abre sus brazos es tiempo de vivir apasionadamente sin temor a la muerte y el pecado. Él mismo nos hace ver que ya no estamos solos y que la muerte no es mas que despojarse del cascaron en el cual nuestro espíritu ha sido moldeado para vivir toda la eternidad, y en cuanto al pecado nos da el entendimiento para tener paz ya que despertando al alma de nuestro ser el pecado ya no puede dominarnos y menos hacernos caer en las mismas equivocaciones en las que alguna vez anduvimos.
Cuando Dios nos abre sus brazos es porque nos está recibiendo en su casa o reino, es por que ya es tiempo de tener una larga conversación con el como la de un padre a un hijo a quien extrañaba mucho y esperaba.
Lo hace para llenarnos de amor real, para que sepamos la verdad de nuestro linaje y para quitarnos la pena y la humillación que muchas veces recibimos de quienes nos rodeábamos e incluso de quienes amábamos , él nos consuela quitándonos todas esas mentiras que se incrustaron en nuestro ser , esas mentiras que nos hicieron creer que nada valíamos , que no éramos mas que otro ser humano, que no teníamos ninguna importancia o relevancia y que incluso nuestra vida o nuestra muerte no sumaba ni restaba para el curso de la humanidad, en pocas palabras que no éramos importantes . Pero Dios no piensa así de nosotros , el sabe la verdad y es por eso que nos busca individualmente porque somos su heredad y su posesión más preciada, por que sabe que seremos eternos junto con él e incluso reinaremos con él en la eternidad, somos sus hijos y nos da una importancia tan grande que incluso la eternidad la preparó para que sepamos que él no quiere separarse de nosotros , él es Dios y somos lo mas bello que tiene incluso mas que el sol y las estrellas ya que hasta a los astros le dio tiempo del fin , pero a sus hijos les dio la vida eterna.
Cuando Dios nos abre sus brazos es para contarnos que aunque seamos uno entre miles de millones de humanos para él seguimos siendo únicos he importantes ya que en su reino en donde él vive hay tanto espacio para sus hijos y que su amor es tan grande que mientras mas seamos mas se goza y mas se alegra su corazón.
Quiero que sepas que Dios nos abrió sus brazos a través de su hijo Cristo y que ya hace mas de dos mil años ha estado con sus brazos abiertos esperando cada abrazo de cada hijo y que hoy puede ser tu turno.
Que Dios y el Señor Jesucristo te bendiga.
Amén.