Por unos cuantos pesos

Limpiando por unos cuantos pesos,
barriendo con la mente en blanco un pequeño pedazo de tierra que forma parte de un universo,
de una galaxia colosal e increíble.
Mientras que el planeta nos brinda todo lo que necesitamos, mientras que el universo actúa entre si, reacciona y crea,
estamos encerrados en las fábricas, estamos encerrados en la oficina frente a la luz desgastante de un monitor,
escuchando las pisadas apresuradas de la teclas, el ring desesperado de los teléfonos,
mientras estamos haciendo productos para las multinacionales la mitad del tiempo de nuestra vida, mientras estamos barriendo con la mente en blanco un insignificante pedazo de suelo polvoriento por unos cuantos pesos;
mientras nos quitan nuestro tiempo, mientras nos van desfragmentando poco a poco e introduciendo en ese molde preestablecido,
nos perdemos el espectáculo del aleteo de una mariposa, de la suave caricia del viento sobre nuestro rostro junto con el concierto gratuito e impecable de las aves, nos perdemos el conocer el amor de verdad, nos perdemos el sentir la existencia misma.

¿Nosotros tenemos la culpa? En gran parte no, porque estamos bajo el control del capitalismo,
estamos buscando la aprobación de nuestro propio verdugo, mismo verdugo que coloca nuestro tiempo en la guillotina y ¡ZAZ! nuestra vida partida a la mitad rodando por el suelo,
¿Y porque? Por unos cuantos pesos. Resulta incomprensible que el ser humano sucumba de insignificancia ante el universo constante e infinito por unos cuantos pesos, "no disminuyó el valor del trabajo, más sin embargo, hoy en día el trabajo si disminuye el valor del humano",
es ahí,
la incomprensión ante la subsistencia del humano que conozco, hemos decidido cambiar libertad por comodidad y autenticidad por moda, y todo, por unos cuantos pesos.

Autor: R.H.Perez
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