"Donde la alta marea sube"

Donde la alta marea sube como la sangre entra al pecho,
los gemidos cruzan sobre el lomo del animal.
Brumas de una caída donde el grito se desploma
insiste sobre los barcos que sondean aún la tierra
como el arca de Noé desventurada y sola.
(Por las verjas, detrás de una casa de nadie…)
-Te vas…me voy… no existo… ¿Tal vez nunca lo hice?-
Un viejo disfraza los aromas de castaños atardeceres,
dejándolos dormir sobre la piedra dura y sin desgaste.
Hojas muertas bailan el canto de los aguaceros.
La tierra patinada corroe, arrastra el acontecimiento dudoso
sobre la saliva verde. Alguien se inventa una consigna
/para subsistir:
Las hembras “duras” protestan por el rock
Los machos “guapos” solo entienden el heavy metal,
corren sus zapatos de lujo sobre la pista mojada.

Un gato mimoso pasa, sus ojos tejen la raya (/)
segura del juicio.
Alguien que desde el banco murmulla el asombro…
piensa en las pisadas tontas, huellas resbaladizas
que justifican los crímenes diarios.
Como la hambrienta garganta infantil/
busca el pezón sin cesar
las papilas conscientes de su atracción perversa
desde los aros de fuego que la hembra en su pecho alberga.
Una brisa de colores late en lo semejante de un beso…
despeina el semblante de los mercaderes/
el salitre penetrando las comisuras de su boca.
Ahora el ambiente del caracol insomne… se disgrega,
justo cuando su voz se aísla en las arenas pegajosas,
donde el chico malo hasta el nombre se cuestiona,
aquieta su constancia, se acordona aprisa los zapatos…
Voz en Off:
(Por las verjas, detrás de una casa de nadie…)
un infante come celoso de los clavos… (*)
la pátina oscura que babea deja un rastro indescriptible
que intenta dibujar su paso lento/
sobre los muros injuriosos del tiempo.