Si te he herido

Perdóname si he herido los pétalos de tu alma
si he perdido la calma sin siquiera un motivo,
tal vez fue el trauma de verme yo impedido
lograr que tus sentidos se posaran en mis ramas.

Sé que turbé tus latidos y lastimé tu esperanza
que ni un perdón alcanza para borrar mi delirio,
es ese mi desconsuelo que me tiene muy abatido
por haber sido un idiota que echó a perder tú cariño.

Déjame que a la distancia si no hay otro camino
pueda pedirte perdón sin que sea un desatino,
que no tuve la intención de lacerar tu destino
ni de querer que tus ojos se cerraran a mi sino.

Dios quiera encuentres el amor de tu designio
que las alas del afecto envuelvan tus pergaminos,
el idóneo que pretendes sea el de tus instintos
Que te merezca, te ame y seas sólo su objetivo.

Te sustente, no te engañe y esté vestido de lino
que sepa cuidar tu piel y ganarse tu cariño,
que no levante su voz y cuide tus ojos lindos
Aunque yo muera de envidia contra una pared de vidrio.

No le preguntes a Dios cuando lo ponga en tu sitio
él te lo hará conocer y vos harás tu destino,
porque por algo te dio eso que es libre albedrío.
Si no quieres correr riesgos… mejor acepta el vacío.

(Peláez Garrido José M. / Escritor y Periodista)
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