DEL AVERNO A LOS ANGELES.

poema de Ray Day

DEL AVERNO A LOS ÁNGELES.
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La encontré habitando días sin luz en una era sin sol que la devoraba toda, regresando de mil noches tenebrosas invocando solo lágrimas.
Doblegada de pavor, de dolor y una funesta desesperanza.

¿Qué hacía un ángel tan bello en este lugar?

Aunque todas las ventanas abiertas tenía,
hacía de la vida un naufragio entre sus brazos.
Pues con sus manos vacías bien sabía que esta vez,
las gotas no abrirían la piedra tosca ni por fuerza ni constancia.

Así estaba su corazón; encadenado a íntimas causas ocultas,
en un cofre escondido hasta del más bravío navegante.
Intentando de brazos abiertos saltos al vacío,
pendiéndole el alma de un hilo, aferrándose a una pluma fina
que luego sin saberlo, la convertiría en tejedora de poesía...

¡Qué contrariedad!
Mientras a los pingüinos les crecía la cola,
ella danzaba perdida en el averno de su alcoba.

Ya cansada del dolor hasta el hastío,
remendó sus alas, las forjó a fuego lento y se alejó
lentamente de ese ocaso marrón que le consumía el alma.
Voló pintando de verde los valles grises de su letanía,
y se plantó con bravura en el aura de los ángeles,
haciendo de las letras del poeta su propia poesía
tatuando con sus rayos dorados, infinitos versos
que luego a él en la piel se le infiltrarían.

¡Ah! Pero cuantos seres molestos, enquistados de odio con las canciones románticas que por las noches solo a ella él le dedicaba.

Y en noche de verdades a las que la pluma no teme,
absortas mis letras se preguntaban a cuántos más les afligía el galopar de sus corceles en las planicies de un cuaderno,
que aunque viejo y sin límites, regando iba las huellas dactilares de esta tinta y una pluma que no sabe de herraduras pues, por cruentos que sean los terrenos por donde se desliza, nada le detiene hilvanando versos ya sea despacio o de prisa.

¡Ah, que bendito soy!
Al llevar mis pasos lejos del silencioso territorio
ensombrecido por la parca y poder llegar cada noche con mi marcha solemne a ese mundo de hadas en donde mi musa dedicada, orna mis versos derritiendo el hielo en el invierno
y congelando corazones en el verano.

Hoy, nadando en aguas mansas, llegaré furtivamente
hasta el umbral de nuestro palacio amor mio.
Seré el portabanderas del pórtico bendito
y compartiremos en torno a este amor santificado
en tierra de ángeles, besos y abrazos a horas todas.

Musa mía, sigue así bendiciendo mis letras e hilvanando sus versos con tus mágicos rizos dorados para que juntos, poblemos el terreno fértil de tu sonrisa, fecundando la tierra esperanza que me has prometido será nuestro jardín, mientras tus montañas infranqueables sean las que custodien nuestro trono sin tinieblas, cuna de este amor sempiterno
que te trajo de regreso a los ángeles desde el averno.

Raymond Sánchez.

Comentarios & Opiniones

Lucia

Hermosas letras. Que la musa continúe llenando de inspiración sus días. Un placer leerle y dejarle mi huella.
"Musa mía, sigue así bendiciendo mis letras e hilvanando sus versos con tus mágicos rizos dorados para que juntos, poblemos el terreno..."

Critica: 
Josue Aymer

Hermoso escrito Poeta, romantico con ese toque de utopía quien me atrapa al dar lectura. Un placer.

Critica: 
Ray Day

Penny: me quedo perplejo leyendo su comentario y saber que aún hay seres humanos que viven tan intensamente la poesía. He aquí una forma de alimentar siempre la esperanza que no tod está perdido, que a pesar de lo cruento

Critica: 
Ray Day

Que a veces es el camino, al final hay una luz. El amor, el arte y la supervivencia de la hermandad. Agradecido infinito por tus comentarios y aceptación para mis letras. ¡Muchas gracias y recibe mi abrazo fuerte!

Critica: 
Ray Day

Lucia, hermoso es recibir su visita y comentario. Muchas gracias por su amabilidad. Reciba usted un cordial saludo.

Critica: 
Ray Day

Josue: es usted muy amable por visitar este espacio y dejar su impresión. Muchas gracias y saludos cordiales para usted. Pasaré por su espacio.

Critica: