Nocturno Nro. 1

poema de RaúlZárate

Las cavilaciones de la noche
surgen desde palpitaciones escondidas
y murmullos apenas perceptibles.
El ruido ínfimo de un gato capturando un insecto.
El lejano ladrido de los perros.
El gemido de una mujer en pleno goce,
la respiración de un niño que duerme,
el grito apagado de una víctima siendo apuñalada.
El eremita se observa en la noche,
la noche se observa en el eremita.
La locura realiza sus rituales predilectos
juega a reinventarse,
a mudar de escamas.
La muerte se mueve subrepticia,
se mueve solapada,
rauda,
presurosa.
Los sueños nos revelan los símbolos,
los secretos ocultos de la fauna nocturna
Mientras,
la luna horada nuestra mente
y celebra la unión eterna
de la noche y el cuerpo.