errante 2

poema de Décimo

Ataúd de cizaña, refriega de indolencia, claridad perdida. Tus ojos se desvanecen dentro del tumulto vespertino. La ciénaga acompaña mi destino, laberinto azul y perdido. Desperdicias el tiempo clandestino, ciegas a un ángel lloroso y el laurel se mofa. El camino se acaba con tus suspiros, relato de gemidos ahogados, bandolero sentenciado y perdido. ¿Acaso no lo ves? ¡Está ahí! Justo ahí. Nada desprende el viento en tus cabellos, nada enreda tus manos. El barquero cela con su espera y nadie lo ignora, nadie acompaña. Me resbalo en tu sombra, el esfuerzo tiembla, arranca, camina, divisa el amarre. Arranca el caudal erizado en tus vellos, descarna la realidad y desaparece. Engrandece mi espanto ante ti y espera mi muerte. Desafía el Edén y el árbol de la vida. Esto acaba, se termina, se desliza lentamente a mi refugio sin fin. Tú estás y yo sin ti.

Comentarios & Opiniones

Hades

Buenas líneas nos compartes en este bello poema.
Muchas gracias.

Y Dios le bendiga.

Amén.
Y amen.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Obra que impacta. Tiene buen efecto sombrío.
Y que siga vuestra interesante pluma.
Saludo cordial y hasta nueva obra.

Critica: