En La Conquista De Si Mismo

Un Hombre se encontraba en el borde de un acantilado, y alzó su voz para pronunciar :
-¡Soy el Hombre mas feliz del mundo!
El Hombre percibió que su afirmación no produjo eco alguno
luego
El Hombre se adentró en la conquista de si mismo
y desde entonces
de sus pasos emerge el eco
y es el viento el que ahora grita por el:
-¡Ese Hombre es el más feliz del mundo!
aún sin ir a su favor
en todos los casos.