AQUÍ ESTOY

Por mucho tiempo estuve entre sonidos de dulces pájaros cantores,
entre el sonido del soplar del viento,
entre árboles y el resonar del agua que corre del río.

Solo tenía ojos para las nubes blancas y el cielo azul,
ojos para lo verde de las praderas,
ojos para un horizonte de sueños entre celajes.

Hoy me pregunto, como no sentía las heridas,
¿Cómo no sentí las punzantes hastías en el corazón?
¿Cómo no tuve oídos para escuchar el crujir de las ramas secas?

No tuve ojos para ver las bestias y malhechores,
solo escuchaba ese dulce cantar de las aves,
solo veía esos cálidos colores
Y aquí estoy.