POESIA MÍA NO ME RECLAMES (Primer reclamo)

Las noches son eternas y las estrellas arrojan fuegos por sus bocas
Caballos blancos trotan narrando sus golpes
Ni las heridas de las aves caídas podrán reivindicarlos
Verdaderos héroes sin gloria pasajera.

A estos escribimos, poesía sigues dándole tributo.
Patria mía, no te alejes de la justicia.
La inmortalidad de los mexicanos consume su tierra
Volviendo las llamas en fuego enamorado.

Poesía mía no me reclames, a viva voz te hice mujer, romance, revolución
Poesía mía no me reclames, uniendo estrellas en el firmamento
Sigo borracho de poesía, la sobre dosis de amor perfecto
Silencios que se imprimen en el alma

Cercano a mis raíces, ahogado en los ríos secos donde he nadado
El universo separa a las estrellas, corriendo en los horizontes rojos
Cielos sin sombras y noches llenas de penumbra
Pero los caminos recorren mis ojos.

Tierra mía no te vuelvas a mi, revolución: no vayas tampoco
Aquellas letras que conectan en cielo,
Soy tu humilde servidor, uniendo lo miserable y hundido.
Poesía mía, no me reclames.

Madrugadas sin sueño, días borrachos a versos
Tiñes los arboles sobre mis sienes, poesía: aletargas mi alma
Escribes en mis manos, corrompes mi piel,
El sexo más febril y orgásmico del ser más bestial.

Incompleta esta mi escritura, mi deseo, mi razón
Poesía mía no dejes solas las manos que toman este corazón
No grito, no lloro, no siento
Escribo, solo eso, escribo poesía.

El más eterno y ambiguo oficio del ser que salió de las cuevas
Contando historias herejes y revoluciones.
Transmutan mis miradas, arrollan noches ahogadas
Grita el corazón, vuela el alma.