POEMA MUY ERÓTICO.

Cuando llega la hora del apetito sexual

debemos olvidarnos de todos los prejuicios y

de la falsa moral no hay nada más que decir;

porque solo hablan los deseos y las caricias

en su justa y morbosa dimensión.

Entonces podremos realizar todas esas fantasías

olvidando los tabúes que frenan la ansiedad,

de expresar los más íntimos sentimientos y

dejándonos llevar por cualquier tentación

porque el ambiente está impregnado;

con la exquisita fragancia con olor y sabor a sexo

ya nada impedirá devorar con intensidad

una humedecida, lujuriosa y ardiente intimidad.

El sexo no tiene límites a la hora de la penetración

llámese vaginal, oral o anal, lo que importa

es darle máxima satisfacción a los cuerpos,

que piden a gritos ser devorados con avidez.

Eso... sí es hacer el amor como dios manda...

porque cuando llega ese deseado momento

no debe haber nada que empañe tan magno y

embriagador acontecimiento y solo

se debe escuchar los delirantes gemidos con

el aliento entrelazados y besos muy apasionados,

que se confunden con latidos del corazón

como si fueran potros desbocados.

Si alguna pareja no lo han hecho así les diré ...

que están fuera de órbita y viven en otro mundo

fuera de la realidad y completamente equivocados;

a ellos les advierto mucho cuidado con el vecino porque

si el entera de eso le puede comer el mandado,

vale mas un buen consejo a tiempo

que vivir engañado y con los cuernos pegados.

BARQUISIMETO VENEZUELA 11/03/2018.
AUTOR: ADJUNTA OMAR RAMÓN.
RESERVADOS LOS DERECHOS. p/1084.